Tras una semana de vacaciones de Dominación en la playa tuve todo un fin de semana de fiesta, pues Mi querida esclava lu vino a visitarme. La llevé a su primera Marcha del Orgullo y luego a celebrar su cumpleaños en un tour de antros donde ofrecimos pastel de zanahoria y apagó su velita de número cero.
Bailamos, bebimos, jugamos, nos tomamos fotos con mucha gente e hicimos nuevos amigos. Le tuve que comprar unos zapatos nuevos entrando a la Alameda, pero nos la pasamos excelente. Al día siguiente la puse a limpiar mi estudio vestida de "chacha", y luego nos fuimos a uno de esos restaurantes de fusión que me encantan a platicar sin fin, ante una hermosa vista panorámica de la Ciudad de México.
Me gustó muchísimo verla primero asustada y después... ¡tan feliz! Es un placer tener sumisos tan entregados y valientes. Por eso yo me entrego también: porque se lo merecen.